La constructora brasileña Odebrecht, envuelta en un escándalo internacional de corrupción por el pago de coimas en diferentes países – 788 millones de dólares en sobornos en 12 países de Latinoamérica y África, incluido Brasil – desembolsó 92 millones de dólares en la República Dominicana a “funcionarios e intermediarios del Gobierno” entre 2001 y 2014, y como resultado, obtuvo unos beneficios de 163 millones de dólares, según denunció el Departamento de Justicia de Estados Unidos.